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by Carmen
Dr. Carvajal Lizano | Clínica Neurológica CR
El exitoso uso de la toxina botulínica es una solución para tratar esos terribles dolores de cabeza que pueden estar arruinando la vida de quienes padecen de migraña crónica.
La toxina botulínica tiene más de 20 aplicaciones médicas diferentes y se siguen estudiando otras. Su aplicación estética es sin duda la más popular debido a su poder para disminuir las arrugas del rostro. Para quienes sufren de migraña crónica, es decir que registran 14 o más dolores de cabeza al mes, que muchas veces los incapacitan y deterioran su calidad de vida, la principal ventaja de la Toxina Botulínica es su capacidad para aliviar las migrañas y no el efecto estético.
Esta importante aplicación permite ofrecerle a los pacientes con migraña crónica un tratamiento efectivo .

La migraña es un padecimiento muy difícil de tratar, hay personas que llevan meses y años sometidos a múltiples tratamientos preventivos sin conseguir mejoría y el tratamiento de las crisis es solo un alivio temporal. Con la toxina botulínica se logra en la mayoría de los casos un alivio mayor al 50%.
El uso de la toxina botulínica en este tipo de pacientes aumenta significativamente su calidad de vida. El tratamiento debe administrarlo un neurólogo, siguiendo el protocolo internacional que consiste en inyectar pequeñas dosis en 31 puntos específicos en el área de la cabeza y el cuello. El efecto de la sustancia es provocar analgesia por bloqueo sobre músculos y nervios periféricos logrando mitigar aquellos síntomas propios de las migrañas.
El Botox se aplica cada 3 a 4 meses , en forma prolongada, pero en muchos casos se logra el control total de la migraña crónica pudiéndose suspender su aplicación.

Para disfrutar de una mejoría prolongada es importante acompañar el tratamiento con estas recomendaciones: limitar los factores desencadenantes como ciertos alimentos (comidas rápidas, chocolate, maní, banano, bebidas (café y alcohol), no exponerse mucho tiempo al sol y manejar el estrés.