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by Carmen
La esclerosis múltiple (E.M.) afecta más a las mujeres; se diagnostica con mayor frecuencia entre los 20 y 40 años de edad, pero se puede observar a cualquier edad.
La E.M. se presenta por el daño a la vaina de mielina, la cubierta protectora que rodea las neuronas afectando a los nervios causando que los impulsos nerviosos disminuyan o se detengan. Esto puede ocurrir en cualquier área del cerebro, el nervio óptico o la médula espinal. El daño al nervio es causado por inflamación, la cual ocurre cuando las células inmunitarias del propio cuerpo atacan el sistema nervioso.
Dado que los nervios en cualquier parte del cerebro o la médula espinal pueden resultar dañados, los pacientes con E.M. pueden tener síntomas en muchas partes del cuerpo.
Algunos síntomas musculares que presentan los pacientes con E.M. pueden ser: entumecimiento de alguna parte del cuerpo, problemas o debilidad para mover brazos o caminar; temblor en uno o ambos brazos o piernas, pérdida del equilibrio, trastornos visuales o de lenguaje, entre otros.
Los pacientes de E.M. también pueden presentar síntomas vesicales o intestinales como dificultad para orinar, incontinencia urinaria, estreñimiento, entre otras. Otros síntomas que puede experimentar un paciente con E.M. podrían ser la pérdida de memoria, dificultad para resolver problemas, depresión; etc.
Le corresponde al neurólogo realizar los estudios pertinentes para comprobar si existe alguna disminución en la función nerviosa en alguna área del cuerpo o diseminación sobre muchas partes.
No se conoce cura para la esclerosis múltiple hasta el momento; sin embargo, existen terapias que pueden retardar el progreso de la enfermedad o evitar su evolución. El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas y ayudar a mantener una calidad de vida.
La fisioterapia, un programa de ejercicio planificado, un estilo de vida saludable, buena nutrición, descanso, dispositivos asistenciales así como un programa de terapia ocupacional para la adaptación al hogar y al trabajo contribuyen a mejorar la calidad de vida de los pacientes de E.M.
Aunque el trastorno es crónico e incurable, la expectativa de vida de un paciente con E.M. puede ser normal o casi normal e incluso pueden seguir desempeñándose adecuadamente en su trabajo o estudio.
En la actualidad existe tratamiento preventivo para esta enfermedad tanto inyectable como por la vía oral lográndose importantes resultados que cambian la expectativa y calidad de vida del paciente.
Ponemos a su disposición nuestra Clínica Neurológica donde estamos para servirles.